El dolor de la madre de Vania, la joven que pereció en accidente de tránsito.
María Palacios Vivanco, madre de la joven Vania Andrea, estudiante de un instituto profesional que pereció tras impactar con su moto una camioneta que viró en U cuando se desplazaba por la avenida Alessandri, se refirió a la injusticia que significa que el autor de la tragedía se encuentre libre y que tanto él como la empresa a la cual presta servicios, no se han acercado a la familia, ni siquiera por educación o solidaridad. Y por ello pidió que se endurezcan las sanciones a quienes van al volante y le quitan la vida a una persona.
“NO HAY UN CASTIGO CIVIL”
“En el lamentable caso que le sucedió a mi hija, como el conductor no tenía antecedentes, iba sin consumo de alcohol ni droga, la ley lo faculta para que firme quincenalmente y se reintegre a la sociedad por ser primera vez, es decir, no hay un castigo civil. A mi parecer no debiera ser así, porque él mató a una persona al doblar en ‘U’ en un lugar en que no debía hacerlo, por eso para mí debe caerle el peso de la ley y también sobre todas las personas que hagan este tipo de hechos; por último, que durante el período de investigación el imputado quede en prisión preventiva”.
Dijo tener testigos que vieron al conductor de la camioneta estar usando el teléfono celular cuando realizó la maniobra. “Él tenía una visibilidad perfecta, vio a mi hija, lo que pasa es que pensó que le iba a ganar (al efectuar el viraje) en relación a la velocidad a la que ella se desplazaba”.
Por ello clama a los diputados “para que haya una forma de poder cambiar esta ley o al menos incluir un anexo, porque si mataste a una persona debes recibir un castigo ante una maniobra irresponsable, porque cuando nos pasa algo ahí nos damos cuenta de las falencias que existen. Duele que ni siquiera las leyes de mi propio país me ayuden a sanar un poco el dolor, porque esto lo voy a tener siempre”, sostuvo.
La madre de la malograda joven señaló que ni la empresa y tampoco la persona que ocasionó la tragedia “se han acercado a nosotros como familia, ni siquiera por educación o solidaridad, es como que aquí no haya pasado nada”.
ASPECTOS FAMILIARES, ESTUDIO Y CUALIDADES
La joven, hija de Christian León Anjarí y María Palacios Vivanco, era la segunda de seis hermanos, siendo ellos Christian, Manuel, Bastián, Pablo y Felipe.
Vania había terminado sus estudios de psicopedagogía y había aprendido lengua de señas, incluso el día en que ocurrió la tragedia venía del AIEP tras haber recibido su diploma. También pretendía especializarse en la atención de niños con discapacidad auditiva.
Ya había preparado la tesis y le correspondía defenderla en diciembre. Al respecto, su mamá indicó que sus compañeras efectuaron dicha defensa la que fue evaluada con nota máxima.
Algo que le emociona es que recibió la noticia de que el Ministerio de Educación autorizó otorgarle el título póstumo, por lo que será ella quien en marzo o abril lo recibirá.
“Mi hija era muy buena, fantástica, la admiraba por su vocación y por su paciencia. Sabía que tenía que trabajar y estudiar para poder darle un mejor futuro a su hijo, porque eran los dos; y cuando no estudiaba nos ayudaba a nosotros como padres en los dos negocios. También se preocupaba del que menos recursos tenía, a ella siempre le gustaba hacer actividades como completadas o choripanes para alguien que lo necesitaba, decía que era privilegiada por su familia, nunca se olvido que veníamos de abajo”, son parte de los recuerdos que permanecen en el corazón de su madre.
