Fábula de pensionados MOVIMIENTO “PRO MAS ALLÁ PREDETERMINADO”

Fábula de pensionados MOVIMIENTO “PRO MAS ALLÁ PREDETERMINADO”

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Por: Eugenio Astudillo Leal

Como lo vienen haciendo varios grupos sociales de intereses comunes, para conversar los graves problemas económicos y sociales que han cambiado la vida del país este último tiempo, nos reunimos; la semana pasada, varios ex compañeros de colegio egresado hace ya cerca de medio siglo, con el fin de plantearnos algunas soluciones comunes a los problemas especiales que nos afectan en nuestra condición de pensionados chilenos; entre otras cosas, la situación que nos tiene nuevamente bajo de la línea de la pobreza, viejos y sin pega, y en general todos asustado por la indiferencia permanente de los que tienen el poder de mandar la república, y por los descarados y salvajes ataques de violencia que afectan e intimidan a gran parte de la población nacional.

Después de escucharnos todos y convencernos de que ya, cercanos a los 70 años de edad, nadie va a mover un dedo por nosotros, que seguiremos y moriremos con pensiones bajas, y como están las cosas ahora, con suerte evitaremos que tarde o tempranos nos saqueen nuestras casas, decidimos crear un movimiento que vaya más allá de conseguir míseras soluciones terrenales; “arregladas”, en este mundo político actual, en donde estos señores, siguen pensando solo en sus intereses, y en sus fabulosas granjerías económicas, y así, de una vez por todas, nosotros, organizar y prevenir lo que nos traerá la vida eterna después de la muerte-

En este trance reflexivo, que se nos pudo dar solo porque soñar aun es gratis, todos concluimos que la vida después de la muerte sigue siendo una linda promesa para creyentes y no creyentes. Los cristianos hablaron de la vida eterna y los otros; agnósticos, de la reencarnación, razón por la cual, todos decidimos abordar ambos frentes, y acordar condiciones para enfrentar estoicamente lo que pronto se nos viene encima; la muerte, la que pretendemos recibir, a contar de ahora, en forma organizada, haciendo valer desde un principio, nuestros derechos, en la actual condición de viejos jubilados, despreciados y soñadores

Para evitar conflicto se crearon dos comisiones: Una comisión de los que creen en la vida eterna, los que tendrán que asegurarse de qué en el cielo no haya Congreso o acepten políticos chilenos y/o violentistas amparados por ellos mismos, para lo cual, tendrán que oficiar desde ya al Papa, a Obispos y pastores, en razón de que, según ellos, habitualmente dicen que hablan con Dios, para que concuerden con él, que de ser necesario, el mismo ordenará una ampliación nueva en el infierno, asegurando de esa forma que ninguno de los “Honorables y los de la “Primera Línea” pisarán nunca el Edén, dejándolo solo para nosotros. La otra comisión, la de los que cree en la reencarnación, deberán hablar con los científicos pertinentes, en Norteamérica y Europa, para asegurar en forma definitiva que todas nuestras futuras reencarnaciones se producirán en habitantes de países más organizado que Chile, en donde se respeten y protejan a los adultos mayores, lejos también de sud américa, (ojalá Europa) en donde se aseguren beneficios reales para los abuelitos mayores de la tercera o cuarta edad, y no los “pasen por el aro” como lo hacen aquí, hasta hoy, en Chile. Para algún despistado; que nunca faltan, también les pediremos que permita reencarnarse en Venezuela por si aparece algún “Navarro” en el grupo..

SI bien es cierto va ser difícil que encontremos un interlocutor válido con las divinidades entre las autoridades religiosas chilenas, la constitución de este movimiento y sus comisiones prometen ser un refugio entretenido para que; como paliativo, este grupo de abuelitos, puedan pasar sus últimos días, por lo menos esperanzados y soñando, de que alguna vez tendrán un mejor trato, en no sé qué lugar, en la otra vida, sin angustiarse tanto en pensar de cómo serán las cosas en el más allá, y que, si ya no fue, y ya no serán reconocidos en esta tierra, se regocijarán e ilusionarán pensando en cómo desearían que sean sus futuras vidas en el más allá, y así encontrar algo más versátil y simpático que colme sus últimos días en este mundo, en vez de asistir obligados a tantos clubes de abuelos y abuelitas, que los llevan a bailar melodías pasadas de moda, a paseos fomes y apurados y fuera de temporada, y/o a cursos de capacitación estructurados para salir solo del paso, por autoridades que los ejecutan a regaña dientes, para cumplir con programas legales de entretención para los viejos.

A simple vista, organizar un movimiento para asegurar la vida más allá de la muerte, parece un des criterio del porte de un buque, pero, estos viejos, están convencido, de que por lo menos el objetivo los mantendrá unidos y entretenidos, y esta idea; que es un sueño, pasará inadvertido, en lo irreal, entre tantos programas y promesas falsas que se les han ofrecidos para arreglar socialmente a todos los adultos mayores del país, en su últimos años.

Moraleja: Es mejor soñar con lugares divinos imposibles, que seguir esperando verdaderas soluciones terrenales.

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