El gran artista con algunas de sus obras que mantenía en su casa

Gustavo Guzmán Hernández fue considerado uno de los exponentes más importantes del arte en el Valle de Aconcagua, gracias a su constante trabajo que realizó como pintor, escultor, caramista y maestro. A lo anterior unía su simpatía, calidez y todas las cualidades de un hombre culto y queredón del pueblo de Los Andes que lo acogió cuando llegó el año 1945, ganándose entonces la admiración de sus habitantes.

Este gran gestor cultural que realizó una hermosa labor merced a su intelecto, especialmente en el plano educativo, había nacido en Villa Prat, en la Séptima Región, pero vivió y realizó sus primeros estudios en Chillán, donde se nutrió de fuertes influencias artísticas y culturales que a la postre serían la base para su desarrollo en el quehacer artístico de las bellas artes.

Había ingresado a la Universidad de Chile donde comenzó sus estudios de Derecho, los cuales después abandonaría, porque sintió que su llamado estaba en la Esuela Normal «José Abelardo Núñez» donde obtuvo el título de profesor y de ahí comenzó una meritoria trayectoria de servicios en distintos establecimientos educacionales, especialmente enseñando cerámica. Uno de sus alumnos más aventajados fue Norberto Oropesa, de gran trayectoria artística.

A temprana edad debió lamentar el deceso de su primera esposa, Judith Aravena Cannabes, con quien tuvo su primer hijo, Gustavo. Luego contraería matrimonio con Sonia Pavez y fruto de esta unión nacieron sus dos hijos: Aníbal y Patricio.

Vivió en una casa que él mismo comenzó a construir sobre los faldeos del cerro La Virgen, con una hermosa vista al río Aconcagua y a la cordillera de los Andes, donde llenó de sus obras y reliquias que coleccionaba.

Junto con fundar grupos de arte se desempeñó como profesor de artes plásticas en diversos establecimientos educacionales de Los Andes, como Instituto Comercial, Escuela América (donde pintó un mural), y Escuela John Kennedy, a la vez que formó parte de varias instituciones, entre ellas dirigió la Liga Protectora de Estudiantes.

Como hombre público, de amplios conocimientos y servicios a la comunidad y por su rol artístico en todas sus expresiones, llegó incluso a desempeñar el cargo de gobernador subrogante de Los Andes.

Junto con su labor en el campo de la cerámica, realizó numerosas obras escultóricas, como el busto del Presidente Pedro Aguirre Cerda que se encuentra frente a la Escuela España, en avenida Santa Teresa; otro del fundador Ambrosio O’Higgins; del recordado doctor Antonio Mery; de Gabriela Mistral en la avenida Argentina; el busto maternidad en el Hospital de Los Andes; el que está en la Plaza del Profesor, en la Población Magisterio, y tantas otras en distintos lugares de Chile.

Durante su larga trayectoria artística, Gustavo Guzmán Hernández recibió numerosos reconocimientos de autoridades, instituciones y organismos nacionales y locales.

El exalcalde Octavio Arellano
haciéndole entrega de una distinción municipal.

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