Agua sin uso

Agua sin uso

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Por Javier Fuenzalida

El Código de Aguas la define como un recurso nacional de uso público. No es privada como erróneamente argumenta la izquierda. Pertenece a la nación. Sin embargo, como todo bien escaso (exceso de demanda), existen derechos de uso del agua que son otorgado a quien los solicita cuando en una cuenca hay disponibilidad. Esos derechos de uso (que no constituyen propiedad sobre el caudal) son permanentes, temporales, consuntivos o no consuntivos y además transferibles. Sin embargo, la oferta es fija (el mundo y nuestro sistema planetario es estable) y el país crece demográficamente, lo que genera un exceso de demanda, dada la infraestructura actual de obras para su uso. En 2005 se estableció un gravamen, una patente por no uso como una especie de penalidad por ociosidad.

Nuestras autoridades lloran como una magdalena porque, ignorantemente, afirman que el agua se está acabando y el estado debe intervenir, sea racionándola o fijando un precio y fiscalizando su uso por medio un comisariato de subsistencia y precio como existió hasta en el siglo pasado en el caso de bienes de primera necesidad. No resuelve el problema y crea una especie de cohecho acuático.

Por otra parte, los técnicos, incluyendo funcionarios públicos especializados en el tema, saben, por estudios de larga data, que el 80 % del agua en Chile se va al mar. ¿Cómo es posible que falte agua? Por dos razones, Chile en cien años ha pasado de ser un país de 5 millones de habitantes a uno de 18, por lo tanto, el consumo per cápita ha aumentado pero la oferta de agua, determinado por la naturaleza se mantiene constante con ligeras variaciones. Además las obras de infraestructura no han sido prioritarias en comparación con Vialidad, Metro de Santiago, aeropuertos, etc.

De ahí que la solución no es prohibir o derogar los derechos de uso sino invertir en la infraestructura que permita que, al menos, un 5 % de ese 80 % del agua que llega al mar, sea previamente utilizado para el consumo humano y como insumo agrícola, minero, industrial y de servicios.

Por otra parte, la disponibilidad geográfica del agua no es uniforme. Norte árido y sur acuoso. Es por ello que los expertos proponen una carretera que permita transportar agua desde el sur al norte del país, sin arriesgar el ejercicio de los derechos puesto que el flujo sería una fracción de lo que llega al mar.

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