¿Tienes un espacio para mí?

¿Tienes un espacio para mí?

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Por: José Ramón Toro Poblete

Pareciera, éste, es el grito de Jesús en nuestros tiempos.

¿Tienes un espacio para mí?

Y, lo digo porque en parte alguna, había un espacio para que Jesús, el Hijo de Dios,, tuviese donde nacer. José y María, definitivamente, encontraron ningún espacio digno donde pudiera caber el llanto de un recién nacido. Ningún espacio en la tierra que se hizo, desde toda eternidad, para que el Hijo del Creador fuese envuelto en pañales.

No solo, encontraron ningún espacio para que pudiese, María, parir su hijo, sino que, más grave aún; ningún hombre le hizo un espacio al Hijo de Dios por nacer.

¿Tienes un espacio para mí?, entonces, te pregunta Jesús en cada persona que sufre la soledad y el abandono.

¿Tienes un espacio para mí? Es el horroroso grito de quien está aislado, en el olvido. No solo está sólo, sino marginado y vulnerado.

En ésta Navidad les invito a pensar en quien No Tiene Un Espacio. En la persona cesante, que No Tiene Un Espacio para trabajar. En la persona enferma que No Tiene Un Espacio en un hospital y debe esperar semanas y meses para ser internada. En las personas que huyen e inmigrantes que no tienen espacio por las fronteras cerradas.

En la persona que es crítica que No Tiene Un Espacio pues molesta con sus críticas y nuevas propuestas. En la persona de un género no definido, por decirlo de modo respetuoso, que No Tiene Un Espacio para desarrollarse profesionalmente.

Y, podría seguir dando ejemplos de personas que No Tienen Un Espacio en nuestra sociedad. Todos ¡Todos! Necesitamos un espacio donde puedan nacer nuestras ideas e iniciativas; sea al interior de la familia, en los lugares de trabajo, en la ciudad, en el campo de la política y economía.

Todos exigimos un espacio y, todos, ¡Todos!, una vez logrado el espacio, lo cuidamos y defendemos… hablamos del metro cuadrado. ¡Nuestro espacio!

En esta Navidad, Jesús, nos invita a ser generosos en la administración de nuestros espacios, a ser respetuosos de los espacios de los demás y, nuevamente pide un espacio donde nacer:

¿Podrías hacer un espacio para Él?

¡Feliz Navidad! y que seas feliz.

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